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Desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva Mesía, con la colaboración de la Excma. Diputación de Granada, se pone en marcha el Aula de Flamencología "Alfredo Arrebola", primera y única en Granada, con el objetivo de dar a conocer la "Cultura Andaluza" a través del cante, baile y toque.
El aula estará dirigida por D. Alfredo Arrebola Sánchez, Doctor en Filosofía y Letras, Premio Nacional de Flamenco y Flamencología y Director de la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Málaga.
Abre sus puertas en diciembre de 2008 dando cabida a todas aquellas personas, sin limitación de edad, tanto de Villanueva Mesía como de toda la provincia de Granada que lo deseen.
Contaremos con los guitarristas Francisco Corpas "Kiki Corpas" y Martín Pinilla y con la profesora de baile y Licenciada en Bellas Artes Dña. Ana Ruiz.
Desde el Aula de Flamencología "Alfredo Arrebola" se llevarán a cabo distintas actividades tales como Navidad Flamenca, exaltación de la Saeta, Recitales, Intercambios Culturales y Artísticos, que serán totalmente gratuitas.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Navidad Andaluza

Volveremos, un año más, a celebrar la Navidad. Quiero servirme de este medio actual y tan sutil, Internet, para expresar públicamente esta breve y sencilla reflexión: la de un Cantaor que, afortunadamente, ha logrado una mediana cultura filosófica y teológica, puesta siempre al servicio de los interesados en estas materias: ARTE y RELIGION.
Una de las más preclaras inteligencias de la filosofía, J. Hegel (1770 -1831), dijo: “Toda la historia tiende a Cristo y viene de El; la aparición del Hijo del Hombre es el eje de la historia humana”. No cabe mayor profundidad reflexiva, ya que se adapta totalmente a la verdad histórica y teológica. La teofanía de Cristo, hecha carne humana, es un misterio que escapa a la capacidad intelectual del ser humano. Por eso es misterio. Ahora bien, ¿qué papel juega el arte flamenco, podríamos preguntar, en una fiesta tan específicamente cristiana y, al mismo tiempo, tan andaluza?. Es la pregunta de un cantaor y humilde aficionado a “escribidor”.
No olvidemos que fue en esta tierra andaluza donde se instaló el primer belén artificial para recordar el hecho más trascendental en la historia de la humanidad: El nacimiento del Mesías, anunciado por los profetas del Antiguo Testamento y tan esperado por el pueblo Israel. Es decir, DIOS HECHO HOMBRE. Lo repetimos, una vez más, misterio y nada más, aunque se estudie a la “luz de la razón natural”. Pero siempre traspasará los límites de la “Razón pura”. Es cierto que Navidad es sinónimo de alborozo, de besos, de luces de colores, de fiestas luminosas, de regalos y más regalos…. La Navidad es tiempo también de pastorales callejeros con sus zambombas, panderetas, botellas de anís, villancicos… Pero la Navidad son días, para muchas personas, de copiosas heladas y nevadas sin fin sobre el alma; días de establos abandonados, de frío, de hambre, de soledad, de dolor… José y María sufrieron en sus almas y en sus cuerpos la desolación y la amargura de verse rechazados, por insolventes, de los lugares donde palpitaba el fuego, alrededor del cual comían, bebían y reían los considerados pudientes, los teóricamente dichosos. Asimismo, la Navidad es tiempo de zozobra para quien le calcina su soledad no deseada; para quien en fecha aún lejana perdió para siempre a un ser querido; para quien ve crecer en su jardín, descuidado por falta de ilusiones, la planta amarga del desamor; para quien tiene su nave envarada bajo las blancas sábanas de una cama hospitalaria; para quien eligió con valentía la soledad silenciosa al desterrar de su alma, de su sangre y de sus días a un corazón indiferente; para quien no tiene nada qué comer ni qué beber o no tiene ganas ni gusto en ello; para quienes, como dijo un viejo poeta andaluz, desearían que los dejasen comer un huevo duro y un yogour, de pie, mirando a ningún sitio, con los ojos demasiado secos para ver, o demasiado arrasados en lágrimas… Para ellos, esta efemérides religiosa es una fiesta de gozo y de gloria, precisamente para ellos, los no dichosos, porque la Navidad y el “pequeño Dios” vienen a despertarlos de tantos y tantos sueños de tristezas, soledades, amarguras y miserias, y a enseñarles a mirar la vida y a vivirla con la sonrisa abierta y la mirada inmaculada de un niño.
Cada una de estas personas tiene siempre un lugar privilegiado en mi corazón y en mi cante. A ellos, para endulzarles, en lo posible, no sólo estos días de la fe cristiana, sino todos los días de cada año; para ayudarles a transportar sus cargamentos de soporíferas montañas, y para darles luz de ilusiones y trigo de esperanza en el trayecto tortuoso del camino por donde van, yo les ofrezco esta breve y sencilla reflexión, portadora de mi fraternidad con todos los “hombres de buena voluntad”.
La lengua juega con los términos Navidad, Natividad, Nacimiento… pero de Dios, hecho “Hombre” misteriosa y milagrosamente en las purísimas entrañas de una mujer, a la que llamamos con admiración todos los cristianos la “Virgen María”. Declaro que tengo la sublime dicha de ser “hombre de fe”, pero a nadie obligo, lógicamente, a que acepte lo que yo siento; sin embargo, hablo desde mi propio testimonio de Español, Andaluz y Cristiano, lo que me ha llevado a pensar sobre qué puede decirnos el Arte Flamenco en relación a la Navidad. Porque, ¿qué expresa el flamenco? Todo: lo que pensamos, sentimos y creemos. El flamenco es la voz universal de Andalucía, y en esa alma está presente el sentimiento religioso, reflejado en sus coplas. Y una forma clara de manifestar el pueblo andaluz “su religiosidad” la encontramos precisamente en la Navidad, aparte de que muchos cantes hundan sus raíces en los llamados “cantos religiosos de la Iglesia”: verdad que, por desgracia, ignoran la mayoría de los autodenominados “flamencólogos”.
Ni la ciencia, ni la literatura, ni el arte pueden prescindir de las realizaciones que el pueblo ha logrado, no colectivamente, sino sirviéndose de guiones creadores especialmente aptos para las faenas científicas, literarias o artísticas que, precisamente por responder a las necesidades simbolizadoras del “Alma popular”, cayeron en el anonimato. Pues bien, algo parecido les ha sucedido a los cantes flamencos por Villancicos, aunque los “villancicos navideños” marquen la plenitud de la inspiración religiosa en la breve historia del flamenco. En este sentido, el Profesor y Flamencólogo José Luís Buendía nos dice que en casi toda la lírica primitiva se dan dos fenómenos:
a) Letras que no se han concebido con un contenido religioso, sino como mero canto laico dedicado a la mujer, se carguen de espiritualismo “a lo divino” y con ellas se cante a la Virgen María o a cualquier otra advocación religiosa y,
b) Utilizar como tema profano alguno de los concebidos como materia religiosa.
Resulta, por tanto, difícil saber cuándo estamos en presencia del villancico primitivamente navideño. Se admite que ya en el siglo XIII afloran gran cantidad de villancicos y la fusión de lo profano y religioso. Ambas formas, a través del tiempo, se adaptaron perfectamente en Andalucía. Y tal es así que el andaluz se acerca al Misterio con una gracia y sentimiento especiales:
MARIA SE ESTA PONIENDO
UN VESTIDITO DE NOVIA,
QUE VA A PARIR ESTA NOCHE
UN NIÑO COMO UNA ROSA.-
Ahora bien, si otros aspectos religiosos representan residuos ancestrales y bastardos de panteísmo o formas corrompidas de cristianismo, los villancicos se caracterizan por su pureza cristalina y por la ternura de su inspiración. Todo es en ellos alada gracia y cálida humanidad. Los villancicos flamencos desbordan alegría y esperanza ante el suceso sublime y generoso del Nacimiento del Señor. Sus letras están entre las más bellas y conmovedoras; se nutren de los Evangelios, incluso los Apócrifos y añaden, por su cuenta, episodios y circunstancias de extraordinaria fuerza poética.
La Navidad invita a contemplar lo que Dios ha hecho por nosotros: amarnos en la persona de Jesús de Nazaret. Por eso es una fiesta de alegría, aunque para muchos sea triste. No obstante, el espíritu de la Navidad siempre debe producir una alegría y un gozo que nada ni nadie nos debe quitar. Porque la Navidad es la celebración, la toma de conciencia del amor que Dios tiene a los hombres manifestado en Jesús, que acepta nuestra condición humana y anuncia un mensaje de liberación que entraña gran gozo. Ser consciente de esta realidad de salvación es el fundamento de la alegría de Navidad. Pues bien, todos estos sentimientos los sabe expresar perfectamente el arte flamenco, que supo asimilar todo el caudal lírico peninsular que desde lejanas épocas medievales cantaba la Navidad y formó con él un nuevo y fresco venero de limpias y flamenquísimas manifestaciones andaluzas de ese mismo sentimiento. Y por ello, no es raro encontrar por todos los “palos flamencos” las estrofas que venían del más viejo tronco de nuestra lírica nacional: EL VILLANCICO. Y así, desde siempre se ha tenido al villancico como “la más rara manifestación lírica europea”. La Real Academia de la Lengua lo define así: “Composición poética popular con estribillo, y especialmente de asunto religioso, que se canta en Navidad y otras festividades”.
Andalucía ha entonado, desde siempre, sus mejores villancicos, nanas, canciones festeras para celebrar la venida del Salvador a la tierra. Se afirma también que Andalucía ha compuesto una completísima antología de temas navideños no sólo en el folklore, sino también en los más variados estilos flamencos. Porque la Navidad condensa una transida gama de emociones – alegría, júbilo, angustia, soledad, ternura y amor – que encuentra paralelamente en los distintos estilos del cante gitano-andaluz su expresión más certera y diáfana. Por su parte, el flamenco adquiere su dimensión más profunda al impregnarse de emoción religiosa. Andalucía ha cantado siempre a la Navidad: desde Linares a Andújar, donde hay una rica tradición, hasta Ayamonte, el flamenco celebra la Navidad con sus cantes por villancicos, campanilleros, nanas, bulerías, malagueñas, peteneras o fandangos, etc.; incluso los villancicos pueden bailarse.
Quizá hayan sido Sevilla, Cádiz y Jerez los centros cantaores más destacados en villancicos. Nombres como Niño Gloria, La Pompi, Manuel Torres, Terremoto, en Jerez de la Frontera; Niña de los Peines, Manuel Vallejo, Antonio el Sevillano, Antonio Mairena, Pepe Pinto, Bernardo el de los Lobitos…. ., en Sevilla; y Manolo Vargas, Pericón de Cádiz, Niño Solano, Canalejas de Puerto Real…., en Cadíz, cantaron por Soleares, Cantiñas, Martinetes, Tanguillos, Tientos, Malagueñas, Bulerías …. al Niño Dios. Huelva ofreció su rancio y difícil fandango para cantar a Dios hecho Hombre; Granada también sus antiguas Cachuchas, Tangos del Sacromonte, La Mosca, Bulerías, mezclados en sus zambras, para alegrar al Jesús Infante de Belén; Córdoba lanza al Rey de los Cielos los cantes por Serranas y Fandangos de Lucena. Málaga, “La cantaora”, despliega sus policromados Verdiales a Aquél que, siendo todo, tomó para sí la “nihilidad” humana, como lo mismo harán Jaén y Almería cantando a la Navidad por los más variados palos flamencos. Y… por algo se ha llamado a nuestra Andalucía “La tierra de María Santísima”.

Dr. Alfredo Arrebola, Profesor-Cantaor

viernes, 20 de noviembre de 2009

Presentacion del Disco-libro "El flamenco en la obra poética de Federico García Lorca

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva Mesía, junto al Aula Municipal de Flamencología "Alfredo Arrebola" se complace en invitarles a la presentación del Libro-Disco "EL FLAMENCO EN LA OBRA POETICA DE FEDERICO GARCIA LORCA", cuyo autor es el Profesor-Cantaor ALFREDO ARREBOLA, quien, acompañado por el guitarrista KIKI CORPAS (de Loja), interpretará algunos de los "palos" del CD (1970-2006).
El acto tendrá lugar el 20 de noviembre a las 7 de la tarde en punto de información juvenil, situado en la calle Real, 7 (antiguo Ayuntamiento).

martes, 27 de octubre de 2009

Sesión Aula Flamencología: La guitarra flamenca

Día 29 de Octubre de 2009
Lugar: Centro Municipal de Adultos
Hora: 6 de la tarde.

Primera Parte: “La Guitarra Flamenca”, breve exposición histórica a cargo de D. Francisco Corpas Martín. Miniconcierto de piezas flamencas

Segunda Parte: Introducción e interpretación de los “CANTES ABANDOLAOS”: Cantes de Juan Breva, Jabegotes, Rondeñas, Jaberas, Cantes de Frasquito Yerbagüena, Fandango de Lucena, Fandango de Pérez de Guzmán , etc..
- Ponente-Intérprete: Alfredo Arrebola
- Guitarrista: Kiki Corpas

martes, 22 de septiembre de 2009

Sesión Aula Flamencología

Día: 29 de Septiembre de 2009

Lugar: Centro Municipal de Adultos

Hora: 7:00 de la tarde

TEMA: “El Flamenco en Granada”, breve exposición a cargo de D. Alfredo Arrebola Sánchez, Profesor-Cantaor

RECITAL de Cante Jondo en la voz de JOSE FERNANDEZ (Cúllar Vega), Ganador absoluto de la “VOLAERA FLAMENCA 2009” de Loja, quien será acompañado en la guitarra por José López.

CANTES: Granaínas, Tarantas, Mineras, Levantica, Soleares, Seguiriyas, Caracoles y Tonás (Toná, Martinete y Debla).

lunes, 21 de septiembre de 2009

QUÉ ES EL FLAMENCO.-

Sin la menor duda, una de las cuestiones que más preocupan e inquietan a quienes, con la mayor humildad, se acercan al arte flamenco, es poder llegar a definirlo, cuyos orígenes están en los más remotos ancestros de la historia de Andalucía. Sin embargo, el fuerte compromiso de “escribidor” de temas flamencos, nos arrastra ineludiblemente a hacerlo. Y, además, con gusto, sin la menor queja posible ante un mundo tan complejo y mistérico que conlleva tal manifestación artística y cultural. Por otra parte, pienso que para un cantaor, posiblemente, no sería muy difícil decir qué es “eso del flamenco”. Pues bien, como intérprete, siempre lo he concebido como un “sistema complejo de vivencias que deben ser estudiadas a la luz de la razón”. Esta definición no ha sido más que fruto de muchas y reflexivas lecturas, junto a una larga experiencia cantaora. He consumido años y años en Peñas flamencas, Teatros, Centros culturales y escenarios diversos realizando un oficio tremendamente difícil de cumplir, unido - ¡cómo no! – a esa otra “vida docente”. ¡Y siempre con la sonrisa en los labios ante las delicadas y graves dificultades en uno y otro menester.
Antes que nada, hay que decir que la historia del arte flamenco – Cante, Baile y Toque- es corta en edad y expansión, dado que bien poco inquietó a los historiadores, poetas y escritores en sus inicios primeros. Hay, no obstante, algunas excepciones: José Cadalso Vázquez, Serafín Estébanez Calderón, Fernán Caballero, Gustavo Adolfo Bécquer, Don Preciso, Antonio Machado y Álvarez “Demófilo”, Salvador Rueda, Federico García Lorca, Manuel de Falla, José María Pemán, Rafael Cansinos, Alberti, Hermanos Álvarez Quintero, etc. etc. La Flamencología Moderna está haciendo esfuerzos para reconstruir la historia – escribió Fernando Quiñones – de una de las expresiones folclóricas más ricas del mundo: El Flamenco, cuya actual revalorización, tanto en España como fuera de ella, alcanza un auge que se extiende a muchos campos de la cultura y el arte.
Con la mayor objetividad posible, debemos reconocer que es sumamente difícil y atrevido dar una definición exacta de lo que puede significar el término flamenco. Sin embargo, Joaquín Turina (1882 -1949) lo definía así: “Manantial inagotable de infinita belleza”, tal como leemos en “La música andaluza” (Sevilla, 1982). El flamenco es un arte que ahonda sus últimas raíces en la música popular, pero recreada y sublimada por el propio cantaor. Es, por tanto, el flamenco una “creación personal”. El cantaor flamenco no rechaza, sino todo lo contrario, lo popular, lo folklórico, pero “recrea” con materiales ya existentes y engendra, por consiguiente, una música nueva. Por tanto, en el flamenco no podría aplicarse el principio filosófico de creación: “productio rei ex nihilo sui et subiecti” (= “producción de una cosa de nada de ella ni del sujeto”), pero sí hay que admitir que estamos ante “una creación perfecta mental y musical del cantaor”. Por tal razón, si nos fijamos bien, todos los cantes guardan ciertas similitudes. En esta misma línea está el pensamiento del insigne músico J. Turina, quien escribe: “Creo que el pueblo recoge los cantes que, por tradición, llegan a él; dichos cantos sufren transformaciones, nuevos ritmos, deformados según la ideología de las razas que atraviesan, adornados con melismas y simplificaciones en algunas regiones, pero siempre a base de un tronco, de una médula, de una primera materia que ya existía. El pueblo adapta y transforma, pero no crea. Las masas no crean nunca; la creación es eminentemente individual”, cfr. “La música popular”, pág. 45 (Sevilla, 1982).
Guiado por estas observaciones del músico y pedagogo sevillano, llegué a la conclusión de que el flamenco no es “popular”, sino que debe ser considerado “música clásica” en la misma medida que la tradicionalmente admitida como tal. Por ello, me causa pena que llamen “flamenco” a lo interpretado, por ejemplo, por Manolo Escobar, El Fary, Peret, etc. Nada más lejano a lo que venimos llamando “flamenco”, que traspasa – y en esto coinciden todos los tratadistas – la barrera de “lo folklórico”.
El flamenco se ha hecho a base de dolor y grito, de incomprensiones sociales, políticas y religiosas. Nada, pues, de particular tiene que ya Núñez de Prado nos dijera que “… los pueblos que más cantan son los que más sufren”, cfr. “Cantaores andaluces”, pág. 2 (Barcelona, 1904. Esto es un principio generalizado que, aplicado al pueblo andaluz, lo define perfectamente porque, a la verdad, a este pueblo no le quedó más remedio que cantar sus viejas y agudas penas, las cuales forman también parte de su historia. Su cante está repleto de lágrimas; y él mismo lo dice cuando llora esta copla: “SI PIENSAS QUE PORQUE CANTO / TENGO EL CORAZON ALEGRE, / YO SOY COMO EL RUISEÑOR, / QUE EN NO CANTANDO, SE MUERE”.
Si me lo permites, benévolo lector, te diré que el flamenco tiene, para mí – como principio y fin -, expresar y revelar el mundo íntimo, personal y apasionado del ser humano, del hombre en abstracto, en la voz del cantaor. Por eso pienso que jamás un cantaor flamenco será un rapsoda de hazañas o aventuras exteriores de un pueblo, ni siquiera de una familia, de una raza. No. Lo que el flamenco expresa son sentimientos e intuiciones radicales, esto es, VIVENCIAS HUMANAS. Por tal razón – así lo creo yo – se le buscó un epíteto que lo definiera perfectamente: CANTE HONDO.
Asimismo, hay que tener muy presente que el flamenco supone – hablo por propia experiencia –la exteriorización de un determinado estado de ánimo y un peculiar estilo de vida. Así opina también el novelista y flamencólogo José Manuel Caballero Bonald: “El proceso expresivo del cante – dice -, su repentina acumulación de exploraciones en el vacío, se convierte en el vehículo de una especie de “catarsis” o, si se prefiere, una rudimentaria forma de exorcismo contra ciertos lacerantes acosos autobiográficos”, cfr. “ Luces y sombras del flamenco” (Barcelona, 1975).
Lo que el cantaor busca – opinión generalizada – es transmitir a unos concretos testigos su historia personal, vivida en las cavernas de su propio instinto o reabsorbido a través de un patético y familiar aprendizaje humano. Tal es así que, en ocasiones, el cantaor se olvida totalmente de sí mismo. Por estas notas características, y debido al carácter individual hermético, me parece que el andaluz nunca consideró el flamenco como un fenómeno musical procedente de sus propios almacenes artísticos.
Gracias a la práctica de esta “bella profesión”, he llegado a pensar – cuando corro el velo de la historia flamenca – que es gravísimo error aceptar las teorías que defienden que la “represión” es la base y raíz última del arte que ha sido capaz de seducir y atraer a tantas personas ajenas al territorio andaluz. Y hablo por propia experiencia, ya que ofrecí un recital de Cante Jondo a más de quinientos asistentes de los más variados países: franceses, turcos, israelíes, alemanes, italianos, colombianos, chilenos…., y todos aceptaron plenamente el valor cultural y musical de cada uno de los estilos interpretados, eso sí, con la mayor ortodoxia de ritmo y compás.
El artista flamenco no es, ciertamente, un historiador, ni un filósofo, ni un sociólogo, sino un “intérprete y transmisor” del complejo total del ser humano. Todo lo cual nos lleva a considerar el arte flamenco como una parte del acervo cultural del pueblo andaluz. Por otra parte, el flamenco no sólo es “liberación y purificación”, sino que intenta encontrar “a l g o” que está por encima del mismo hombre, es decir, buscar a un “ser trascendente” que dé sentido a su vida: visión religiosa, teológica y escatológica del Arte Flamenco. Qué bien lo definió quien dijo: el cante es una queja resignada, individual y personal. Así lo entiendo yo…..

martes, 30 de junio de 2009

Clausura del Aula Municipal de Flamencología

Dentro de las XX Jornadas Culturales y de la Juventud 2009 ha tenido lugar la Clausura del Aula de Flamencología “Alfredo Arrebola” del curso 2008-2009. El acto a cargo del Cuadro Flamenco de baile, cante y toque de Elena López “La sensa” tubo lugar el día 26 de junio a las 21:30 como “Fiesta Homenaje a Nuestros Mayores y Pensionistas”.

El baile de Elena López, granadina especializada en danza flamenca, estuvo acompañado por el cante de Marta García “La Niña” y la guitarra del lojeño Kiki Corpas, quienes ofrecieron Seguiriyas, Bulerías y Tarantos. Seguidamente, Bea Cano (Zaidín) interpretó unos preciosos Tientos-Tangos y Peteneras, siendo acompañada por el joven guitarrista Martín Pinilla, de Huétor Tájar. Marta García García “La Niña” deleitó al numeroso publico con Farruca y Malagueñas rematadas por “Cantes abandolaos”. A continuación, la voz añeja y rota de tanto cantar de Alfredo Arrebola, acompañado por las guitarras de Kiki Corpas y Martín Pinilla, regaló a sus paisanos, poniendo en ello el corazón y los cinco sentidos, los viejos cantes de la Caña, Soleá Petenera, Cantes de Juan Breva, Jabegotes y Fandangos de Frasquito Yerbagüena. Como estaba previsto, el niño-cantaor de Loja Cristian Delgado, alumno predilecto del Aula de Flamencología, hizo las delicias para todos los asistentes interpretando Seguiriyas, Granaína y Media y Fandangos del Gloria y Niño de Fregenal, estando acompañado – cómo no – por su “maestro de guitarra” Kiki Corpas.

martes, 26 de mayo de 2009

Sesión Aula Flamencología: Diálogos del cante y la guitarra

Día: 29 de mayo de 2009
Hora: 7 de la tarde
Lugar: Salón de Plenos del Ayuntamiento

Coordinación y Exposición del tema: Alfredo Arrebola, Profesor -Cantaor
Cantaora: Judit Urbano (Ogíjares)
Guitarrista: Manuel Carvajal (Cenes de la Vega)

miércoles, 20 de mayo de 2009

ESTRUCTURA DE LOS CANTES FLAMENCOS

Es de capital importancia – según mi experiencia cantaora – ofrecer una visión de conjunto acerca de los estilos flamencos, dado que hay muchas personas interesadas en conocer la trayectoria histórica y musical de esta manifestación artística y cultural, propia del pueblo andaluz. Admito, de antemano, que es sumamente difícil estructurar los diferentes estilos flamencos, porque en ello juegan elementos raciales, el origen histórico, la configuración estilística, el sentir individual de cada intérprete y, sobre todo, el grado de objetividad.
Es cierto que casi todos los tratadistas flamencos han ofrecido, con mayor o menor fortuna, su “Árbol Genealógico del Cante”; y rara es la Peña Flamenca, por otra parte, que no exhiba el cuadro de los variados estilos. Ahora bien, como Cantaor e Investigador, debo decir, al menos, dos cosas fundamentales: a) No hay certeza apodíctica ni en el origen ni en la génesis de cualquier modalidad flamenca. Por lo general, predomina la “tradición oral” y las “conexiones recreativas” de la “música popular” en la capacidad artística del intérprete; b) Todos los cantes flamencos están basados en los acordes de MI MAYOR ( en el argot flamenco, “por arriba”) y sus acordes relativos, y de LA MAYOR (“por medio”) y sus acordes relativos, sirviéndose – cómo no – de la cejilla/cejuela el guitarrista para comodidad de adaptación de la voz del cantaor, pero siempre jugando con los acordes de “Mi mayor” y “La mayor” y sus correspondientes relativos – cfr. Revista “CANDIL”, núm. 85, pág. 1.296, de Manuel Cómitre, Guitarrista-.
Desde mi punto de vista, creo que el mejor estudio acerca de la clasificación y distribución de los “estilos flamencos” se debe a Jorge Ordóñez Sierra, incluido como apéndice en el libro “Cante en Córdoba”, de Anselmo González Climent (Madrid, 1957). Sin embargo, Ordónez Sierra propone una clasificación que, a juicio de Ricardo Molina, resulta incoherente porque se basa en variables fundamentos. Por un lado, agrupa los cantes “jondos”, subdividiéndolos en:
a) CANTES A PALO SECO y b) CANTES CON GUITARRA; y por otro lado, en CANTES CHICOS, pero a éstos los subdivide, apoyándose en fundamentos geográficos, según se localicen en “Andalucía serrana y central”, “Poniente andaluz”; Sevilla, Cádiz, Huelva, “Andaluz americano”, “no regionales y de otras zonas”.
El mismo Ordónez Sierra presenta una serie de cantes de los que, realmente, no tenemos noticias directas, sino simples referencias literarias: Policaña, Macho de Pedro Lacambra, Martinetes redoblaos, Las Sextas, Las Retorneás, Fandanguillos feriaos, etc. Debe admitirse, por otra parte, que se hayan perdido formas de estilos, lo que nos lleva a pensar que el problema más acuciante, en palabras de Paco Percheles (Francisco Bejarano Robles, Málaga, 1900 -1990), en “Del Cante y de la Malagueña”, es precisamente exponer la Clasificación/Estructura de los Cantes Flamencos, ya que es difícil admitir la tradicional clasificación de “Cante Jondo y Cante Flamenco”, porque si al decir “Jondo” queremos expresar que se trata de un cante profundo, íntimo, que explica las vivencias del hombre, o dicho en el argot flamenco, que “pega pellizcos en el corazón”, “que parte el alma”, etc., Cante Jondo es también otros cantes que, no estando incluidos en este grupo, como las Malagueñas, son de los más sentimentales. Y si por “Cante Jondo” se entiende – según opinan algunos –“Lo Gitano”, no me parece término adecuado diferenciar al resto de los cantes con el calificativo de “Flamencos”, ya que en Andalucía, “flamenco” es también sinónimo de gitano y, en opinión general, esta raza no tiene la exclusividad del cante en su “creación e interpretación”, aunque hayan estigmatizado los cantes.
No estoy de acuerdo - como Cantaor – en la división de CANTE GRANDE y CANTE CHICO que hiciera el poeta y escritor malagueño José Carlos de Luna (1890 -1964), puesto que en un mismo cante pueden presentarse las dos modalidades. ¿Por qué? Porque en la mayoría de los casos, la grandeza del cante no radica en él, sino en el intérprete. Me parece, por otra parte, que una “clasificación integral” de los cantes abarcaría: “Razones genealógicas” (Tomás Borrás, Domingo Manfredi Cano, José Carlos de Luna, etc.); “Razones históricas” (Rafael Lafuente); “Razones literarias” (Francisco Rodríguez Marín, Blas Infante ) y, tal vez, otras razones que escapan al papel.
Esta concepción de los estilos flamencos vino a raíz del “Primer Concurso de Cante Jondo” (Granada, 1922), donde apareció un folleto que hacía la división entre CANTE JONDO y CANTE FLAMENCO. Por su interés y curiosidad, transcribo aquí la clasificación que nos ofreció el poeta cordobés Ricardo Molina Tenor (1917 -1968):
A) CANTES BASICOS: Tonás, Seguiriyas, Soleares y Tangos.
B) CANTES INSPIRADOS EN LOS BASICOS: Livianas, Serranas, Polo, Caña, Cantiñas, Alegrías, Mirabrá, Romeras, Caracoles, Romances, Bulerías.
C) CANTES DERIVADOS DEL FANDANGO: Verdiales, Rondeñas, Jaberas, Malagueñas, Tarantas, Cartageneras, Granaínas, Fandangos de Huelva …..
D) CANTES FOLKLORICOS AFLAMENCADOS: Peteneras, Nanas, Villancicos, Bamberas, Marianas, Sevillanas, Farrucas, Garrotín, Guajiras, Colombianas, Milongas, Vidalitas, Rumbas …..
Transcribo ahora la clasificación que, por lo general, acostumbro ofrecer en mis charlas-recitales, basada en el compás – medida exacta del ritmo – y en la misma esencia de los cantes:
1.- CANTES SIN ACOMPAÑAMIENTO DE GUITARRA ( “cantes “A palo seco”): Tonás, Martinetes, Debla Carcelera, Pregones, Romances, Cantes de trilla, Nanas, Saetas.
2.- CANTES EN COMPAS “AMALGAMA” ( 3 x 4, 6 x 8): Seguiriyas, Livianas, Serranas, Peteneras, Bulerías, Guajiras ,etc.
3.- CANTES EN COMPAS TERNARIO: Polo, Caña, Soleares, Bulerías por soleá / “al golpe”, Alegrías, Cantiñas, Romeras, Mirabrá, Caracoles, Alboreá, Jaleos, Fandango natural, Fandango verdial, Jabera, Rondeña , Jabegote , etc.…..
4.- CANTES EN COMPAS “AD LIBITUM”: Malagueñas, Granaínas, Tarantas, Mineras, Cartageneras, Murcianas, Milonga, Rondeña (en “sólo de guitarra”).
5.- CANTES EN COMPAS BINARIO ( 2 x 4 y 4 x 4): Tangos, Tientos, Farruca, Taranto, Garrotín, Danza Mora, Marianas, Zambra ( van en compás 4 x 4) y Zapateado ( éste también puede ir en compás de 6 x 8), en tanto que Tanguillo, Rumba, Colombiana van en compás de 2 x 4.-
NOTA.- Creo de sumo interés referenciar el nombre de los estilos flamencos:
Alboreá, Alegrías, Bamberas, Caleseras, Campanilleros, Cantiñas, Caña, Caracoles, Carceleras, Cartageneras, Chuflas, Colombianas, Debla (s), Fandangos, Fandanguillos, Farruca, Garrotín, Granaínas, Jabegotes, Jaberas, Jaleos, Livianas, Malagueñas, Marianas, Martinete, Media Granaína, Milonga, Mineras, Mirabrás, Murciana, Nanas, ¿Palmares?, Peteneras, ¿Playeras?, ¿Policaña?, Polo, Pregones, Roás, Romances, Romeras, Rondeñas, Rosas, Rumbas, Saetas, Serranas, Sevillanas, Seguiriyas/Siguiriya/Segeriya/Segiriya, Soleares, Tangos, Tanguillos, Tarantas, Tarantos, Temporeras, Tientos, ¿Tiranas?, Tonás, Trilleras, Verdiales, Vito, Zambra (s), Zángano, Zapateado, Zorongo.

jueves, 23 de abril de 2009

Sesión Aula Flamencología: EL BAILE FLAMENCO

Día: 30 de abril de 2009
Hora: 8 de la tarde
Lugar: Salón de Plenos del Ayuntamiento

Ponente: Doña Elena López.- Licenciada en Danza, Profesora y Bailaora (Granada)

Cantaores:
- Marta García "La Niña" ( Huétor Vega)
- Cristian Delgado (Loja)

Guitarrista: Kiki Corpas (Loja)

Dirección y Coordinación: Alfredo Arrebola, Profesor-Cantaor

martes, 31 de marzo de 2009

Sesión Aula Flamencología: Exaltación de la Saeta

Día: 2 de Abril de 2009

Hora: 7:30 de la tarde

Lugar: Iglesia Parroquial

Primera Parte: “La Saeta en el folklore y flamenco andaluces”, a cargo de Don Alfredo Arrebola Sánchez, Doctor en Filosofía y Letras y Licenciado en Ciencias Religiosas.

RECITAL DE SAETAS:
A) Antiguas (Pasión, Cuarteleras, Marcheneras, Lucentinas, Sátiras, etc.)
B) Flamencas (Seguiriyas, Tonás, Carceleras, Martinetes y Malagueñas).

ARTISTAS:

- Dª ENCARNA LARA (Poeta de Cuevas de San Marcos –Málaga)
- MERCEDES HIDALGO, “Uva de Oro” del Cante Jondo (Jumilla-Murcia)
- Cristian Delgado, de Loja
- Beatriz Vargas, de Loja
- Alfredo Arrebola, Premio Nacional de Saetas y “Saeta de Oro de Sevilla” (1970).

Guitarrista: KIKI CORPAS

martes, 3 de marzo de 2009

La Mujer en el Arte Flamenco

Con motivo del “Día de la Mujer Trabajadora”, el Aula de Flamencología ofrecerá una Charla-Recital sobre “PRESENCIA DE LA MUJER EN EL ARTE FLAMENCO”, a cargo del Profesor-Cantaor Alfredo Arrebola, con arreglo al siguiente programa:

1.- La mujer en el arte flamenco
2.- Recital del cante jondo.
Artistas:
Gloria de Málaga, famosa cantaora e intérprete de “La Copla”
Alfredo Arrebola, Premio Nacional de Flamenco y Flamencología
Guitarrista:
Daniel Mora, Licenciado en Pedagogía y Profesor de la Universidad de Málaga.

Lugar: Centro Municipal de Adultos
Hora: 5:30 de la tarde

martes, 24 de febrero de 2009

DÍA DE ANDALUCÍA

Mañana, 25 de febrero, EL AULA DE FLAMENCOLOGIA "Alfredo Arrebola", con motivo de la ceberación del "DIA DE ANDALUCIA", se traslada al CEIP Cardenal Cisneros para ofrecer a los alumnos de 2º ESO una Charla-Recital, con el siguiente título: ANDALUCIA EN SUS CANTES.

Ponente- Cantaor: Alfredo Arrebola

Guitarrista: Martín Pinilla

Hora: 10 de la mañana

miércoles, 18 de febrero de 2009

GRANAINAS CONTINUACIÓN

GRANAINAS (2)

Fue porque no me dio gana,
Rosa si no te cogí;
Fue porque no me dio gana.
Al pié del un rosal dormí
Y rosa tuve por cama
Y de cabecera un jazmín.
… El pensamiento del flamencólogo don José Blas Vega, respecto a las “Granaínas”, es el siguiente: “… La granadina o fandango de Granada ha tenido dos líneas artísticas partiendo de un mismo origen. En su versión más autóctona y pura, y después de diversos cultivadores más o menos significativos, llegó a su cenit con la personalidad de Frasquito Yerbagüena (1883 -1944). La otra línea fue cimentada, engrandecida y divulgada por obra exclusiva de Antonio Chacón (1869 -1929), respetando el material sencillo, popular y hermoso que tenía a mano, el de la vieja granadina”, cfr. Vida y Cante de Don Antonio Chacón”, pág. 186. Córdoba, 1968.
Sin miedo, pues, al error, se puede afirmar que la Granadina es una derivación del fandango, en la misma medida que la Malagueña. Se diferencia de ésta en que la Granadina es puro arabesco de filigranas, en el que la abundancia de melismas originan, a veces, perjuicio a la pureza del cante. Ahí puede estar el peligro de cómo deben interpretarse estas primitivas formas de cantos granaínos, tal como me recordaba, con relativa frecuencia, mi inolvidable maestro Manuel Celestino “Cobitos de Graná” (1896 – 1986).
Está perfectamente demostrado que don Antonio Chacón habría escuchado a la cantaora granadina Africa Vázquez “La Peceña” en el Café del Burrero de Sevilla, allá por el año 1886, como también oiría cantar a los campesinos granadinos, al mozo de cuadras de los Marqueses de Larios (Málaga) y – cómo no – al Calabacino, a Paquillo del Gas, al Tejeringuero y, especialmente, Francisco Gálvez “Frasquito Yerbagüena”, durante su estancia en Granada (1890). Como también está demostrado que Chacón elevó este cante a cotas insuperables de maestría y musicalidad. Don José Luque Navajas en su libro “Málaga en el cante”, pág. 80 (Málaga, 1965) creía que Chacón se había inspirado en una malagueña, concretamente en la de Diego el Marrurro, pero esta teoría no tenía base histórica, dada la incertidumbre de la tal malagueña. El cantaor jerezano – Don Antonio Chacón – grabó este cante en tres ocasiones con letras que han pasado a la posteridad, y que jamás, así de sencillo, se dejarán de cantar:
“La que vive en la Carrera
La Virgen de las Angustias.
Esa Señora bien lo sabe
Si yo te quiero de veras”, o la que tanto vitorea el pueblo granadino:
“Viva el Puente del Genil
Viva Graná que es mi tierra.
La Virgen de las Angustias,
La Alambra y el Albaicín”.
Otro genial intérprete de la “vieja granadina” fue el sevillano Manuel Vallejo, nombre artístico de Manuel Jiménez Martínez de Pinillo, (1891 – 1960), quien confesó públicamente que su “Granaína” la había tomado directamente de la personalidad de Chacón, cfr. Revista “Candil”, número 67. Ferbrero 1990. Famosa es su copla “Aonde yo te conocí / sé que se llama Alambra…”. Más tarde, el mismo Vallejo le fue introduciendo nuevas aportaciones: voz y musicalidad, de tal manera que llegaría a ser registrada como “Media Granaína de Vallejo”.Esto es una verdad históricamente demostrada, es decir, Manuel Vallejo puede ser considerado como un auténtico “recreador” de la Granaína. Continuadores de Chacón fueron, entre otros, Cayetano Muriel “Niño de Cabra”, Bernardo el de llos Lobitos, Pepe Marchena, José Cepero, Angelillo, Juanito Mojama, Jacinto Almadén, Aurelio de Cádiz, etc.
Desde el punto de vista musical, debemos decir que tanto para la Granaína como la Media Granaína se emplea igualmente un “semitono”, el formado entre Si (séptima) y Do mayor, siendo su tónica Mi menor. Su métrica en el compás 3 x 4 es igual que la Malagueña, Taranta o Cartagenera, como cante derivado del primitivo fandango, según el universal Maestro Manuel Cano en su obra “La Guitarra. Historia. Estudios y Aportaciones al Arte Flamenco”, pág. 123 (Granada, 1991). Asimismo, no podemos dejar de remachar que la diferencia entre Malagueña, Taranta o Cartagenera con las Granaínas estriba solamente en el tono, esto es, las Granaínas van en “Si mayor”, las Malagueñas en “Mi mayor” y los “Cantes mineros” (Taranta, Cartagenera, Murciana, etc.) se tocan en “Fa sostenido”. Por eso cualquier guitarrista, acompañando a un cantaor, puede pasar de la Malagueña a la Granaína haciendo los mismos melismas de la Malagueña pero en “Si mayor”. Y si los mismos melismas malagueños (“Mi mayor”) los transporta a “Fa sostenido” tendremos, entonces, Taranta, Cartagenera, Minera,etc.
Los teóricos del cante han considerado a las Granaínas – mal, por cierto – dentro del llamado “Cante de Levante”. Yo no estoy de acuerdo, y lo puedo demostrar. Pero aquí no es su sitio, por desgracia. Las Granaínas constituyen un cante profundo, y bastante más difícil de lo que dicen algunos tratadistas. Las Granaínas, habla la voz de mi experiencia cantaora, pueden alcanzar tal grado de justeza y equilibrio en la distribución perfecta de sus elementos, que hay que reconocerles extraordinaria belleza y profundidad flamencas.Literariamente consideradas, las Granaínas están construidas en coplas de cinco versos octosílabos, es decir, una quintilla que riman, por lo general, en consonante primero, tercero y quinto, y que el cantarse se suelen convertir en seis, por repetición de uno de los primeros versos. La Media Granaína es un cante más afiligranado y brillante que la Granaína y, aunque parezca extraño, es – musicalmente – más fácil. La “Media” juega bien en los cantaores de buena y atiplada voz, y ha recibido muchas influencias árabes y andaluzas. Sus coplas y musicalidad nos están recordando a cada momento el espíritu que envuelve a la ciudad: paisaje, ambiente y belleza natural, unido a una fuerte carga emocional de su vieja y trascendental historia. Desde siempre se ha reconocido a Don Antonio Chacón como el “Creador” de esta joya musical, que rezume en sí misma dulzura, armonía y delicadeza. El término “Media Granaína” jamás ha tenido en el flamenco el más mínimo sentido infravolarativo. Nada más lejano a ella. Después, por uno de esos inexplicables y extraños juegos de la fortuna, se trastocaron las denominaciones de los cantes que Chacón dedicó a la ciudad nazarí. Lo que el cantaor jerezano llamó “Media Granaína” hoy se conoce y nombra por “Granaína”, y, consecuentemente, su “Granaína” se etiqueta como “Media Granaína”. Existen varias razones para este cambio, atribuyéndolo, en parte, a las casas discográficas, a la enjundia y dificultad del cante que Chacón no quiso atribuirse, a ciertos cantaores –José Cepero, entre ellos – y, tal vez, al orden en el que se suelen interpretar:costumbre que ha convertido en una ley flamenca. Las Granaínas jamás pasarán porque son un cante de obligada presencia en la praxis de todo cantaor flamenco.
Alfredo Arrebola, Profesor-Cantaor

lunes, 16 de febrero de 2009

Tercera Sesión del Aula de Flamencología

Día: 16 de febrero
Hora: 7 de la tarde
Lugar: Salón de Plenos del Ayuntamiento

Tema: LA CULTURA ANDALUZA A TRAVES DEL ARTE FLAMENCO, a cargo de D. Alfredo Arrebola Sánchez, Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada (1978), Profesor Jubilado, Miembro de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera y “Miembro de Honor” del Sindicato Nacional de Escritores Españoles.

RECITAL DE CANTE FLAMENCO:

- Nazaret Marcos ( Ogíjares)
- Alfredo Arrebola


Guitarristas:

Ángel Alonso, Presidente de la Peña Flamenca “Los Ogíjares”-Granada

Martín Pinilla, de Huétor Tájar - Granada

La asistencia al acto es totalmente gratuita. Os esperamos a todo/as.

jueves, 12 de febrero de 2009

GRANAINAS

Granada, Granada mía,
Tierra donde me crié.
La Virgen de las Angustias
Fuerzas y salud me dé
Para que te vuelva a ver.

No cabe la menor duda: me tocan las fibras más sensibles de mi corazón flamenco, de mi corazón que se rompe cuando canta por Granaínas. Y es cierto: lo doy todo en estos cantes que acostumbro, por lo general, interpretarlos cuando la voz ya está cansada y rota. Es, simplemente, mi forma de ser y sentir el cante. Por ello, como responsable del Aula Municipal de Flamencología creada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva Mesía – mi tierra natal – y la Diputación Provincial, tengo que poner toda la carne en el asador para explicar y dar a conocer esta bella y difícil forma flamenca. Primero, como cantaor granadino – yo no soy “cantaor malagueño”, como malintencionadamente han pretendido algunos -, sino nacido en la rica y exuberante vega de Villanueva Mesía (Granada), bañada por las aguas del río Genil; y en segundo lugar, como investigador tampoco debo rehusar a poner mi granito de arena en la exposición histórica, literaria y musical de dos estilos flamencos – así los reconoce la flamencología - que, desde siempre, han definido a la bella ciudad de los Cármenes.

Se ha dicho, y con razón, que Granada ha sido siempre una ciudad musical. Tal vez por ello, don Manuel de Falla dijo que “…Granada ha sido el punto principal donde se fundieron los elementos que han originado así las danzas como el “Cante Jondo”, aunque posteriormente se hayan creado formas y denominaciones especiales de estos cantos y danzas en otros lugares de Andalucía, e incluso haya sido en ellos donde mejor se han conservado”. Conforme a estas palabras, Falla manifiesta este juicio sin apoyos históricos, fundándose solamente en el orientalismo de la música y de la danza, perdurables sus características a través de tan amplia denominación islámica sobre la ciudad y su incidencia sobre lo gitano.

Es cierto que Granada no tiene propiamente “cantes flamencos autóctonos”, sino adaptaciones de otros cantes mezclados con la idiosincrasia de esta tierra, lo que significa una creación, pero secundum quid, es decir, aportaciones externas de lo que ya tenía Granada. Esto es: a partir del fandango autóctono aparecerá el cante por granaínas. No debe olvidarse, bajo ningún concepto, que la Granaína – la antigua granadina – no fue más que un fandango alegre y bailable y, seguramente, de una extraordinaria belleza musical. Era, simplemente, el fandango con el que Granada celebraba sus fiestas hasta finales del siglo XIX, como testimonia Antonio Joaquín Afán de Ribera en su obra “Fiestas Populares de Granada” (1885). En él podemos leer:

“Dos cosas tiene Granada
que le envidia el universo:
la Virgen de la Carrera
y San Miguel en el cerro”.

Por otra parte, resulta bastante curioso para la situación de la época de creación de este cante, el no encontrarlo registrado por ningún cantaor reseñado en los catálogos de “Disco Gramófono y Odeón” que, como generales, recogen las grabaciones hasta la fecha 1923 y 1924, tal como afirma Manuel Canto en “La Guitarra. Historia, Estudios y Aportaciones al Arte Flamenco”, pág. 123 (Granada, 1991). Y es digno de reseñar que entre los tratadistas flamencos encontremos desde una omisión, como puede comprobarse en “Mundo y formas del cante flamenco”, de Ricardo Molina y Antonio Mairena (Revista de Occidente, 1963), hasta lo que Domingo Manfredi Cano nos dice “… que la media granadina no tiene siempre buena prensa entre los cabales flamencos, hay quien le niega la sal y el agua y la tiene por hija bastarda que no conviene enseñar demasiado”. Más tarde, sin embargo, diría que es cante bueno, fandango “amoriscado” de la vieja Granada”, cfr. “Cante y baile flamencos” (León, 1973). El poeta y flamencólogo Manuel Ríos Ruiz, cfr. “Introducción al cante flamenco” (Madrid ,1972) afirma que un cante de más reciente creación son las granainas y medias granainas, fandangos que empiezan a divulgar Frasquito Yerbagüena, Paquillo el del Gas, El Calabacino, El Tejeringuero, cantaores locales, y que difundieron Antonio Chacón y otros cantaores bajo-andaluces como Vallejo, Centeno, Canalejas, El Pena…”.Y otra opinión es la de Carlos Almendros quien dice “…granadinas que proceden del tronco de las malagueñas. Fue D. Antonio Chacón quien les dio la musicalidad y solemnidad profunda que tienen”, cfr. “Todo lo básico sobre el flamenco”, pág. 67 (Barcelona, 1973).

Yo he podido averiguar que las granadinas no son cantes recientes, sino que se cantaban en las reuniones y en los incipientes cafés cantantes no sólo en Granada, sino en todas las ciudades andaluzas hacia la mitad del siglo XIX, en fiel testimonio de Serafín Estébanez Calderón – cfr. “Escenas Andaluzas. Un baile en Triana” (Madrid, 1847) – quien nos dice: “… Cuando los principales cantadores apuran sus fuerzas, se suspenden las tonadas y polos de punta, de dificultad y lucimiento, y entran en liza con la Rondeña o la Granadina, otros cantaores y cantaoras, de no tanta ejecución, pero no inferiores en el buen estilo”. La granadina fue también un baile, allá por el 1860/70, que subió a los escenarios de los principales teatros andaluces. Fue, en fin, uno de esos fandangos que, por obra y gracia de los artistas flamencos, entró en el repertorio de aquellos que hicieron del cante su “modus vivendi”. Famosas fueron, cómo no, las granadinas de África Vázquez, natural de La Peza (Granada), que las cantó en el Café Silverio de Sevilla a finales del siglo XIX: “Viva Graná que es mi tierra, / viva el Puente del Genil, / la Virgen de las Angustias, / la Alhambra y el Albaicín”. Esta sería posiblemente la granadina que conoció y engrandeció don Antonio Chacón (1869-1929). Ese cante, la “granaina chica”, la que, según Fernando el de Triana, “… en razón debiera llamarse media granadina, que a pesar de no ser tan complicada como los otros cantes, es de una valentía enorme y hay que tener grandes pulmones para cantarla”, cfr. “Arte y artistas flamencos”, pág. 271 (Madrid, 1935). Por tanto, la “Granadina” es una “recreación” del fandango natural en la voz del intérprete, bajo la influencia de melismas árabes. Por ello la “Granadina” ha evolucionado hacia una modalidad más discordante, de cualidad ciertamente oriental, que el fandango. Lo que ha conducido a ser considerarla como una modalidad propia dentro del frondoso árbol flamenco. Es decir, tiene su propia naturaleza.
Alfredo Arrebola, Profesor-Cantaor

jueves, 29 de enero de 2009

EL SENTIMIENTO MUSICAL DEL HOMBRE

Me ha parecido conveniente y útil comenzar estos breves comentarios por algo tan interesante en la vida de todo ser humano: La Música. Don Miguel de Cervantes, en su inmortal obra “Don Quijote de la Mancha”, ya nos habla de la importancia de la música en el hombre. Y de él son estas palabras: “…Me acogía al entretenimiento de leer algún libro, o tocar una harpa, porque la experiencia me mostraba que la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”. Pues bien, como Director de la recién creada AULA DE FLAMENCOLOGIA instaurada y patrocinada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva Mesía (Granada) – mi ciudad natal – y la Diputación Provincial, he creído oportuno reflexionar un momento acerca del “sentimiento musical del hombre” en general, y en particular de los esos hombres, no siempre bien recibidos, llamados “cantaores flamencos”. Y tal es así que puedo afirmar – tras una larga experiencia artística- que la música es, por su propia naturaleza metafísica, “algo innato”. Sin ella, me parece que no se podría concebir la vida, aunque haya alguien – rara avis – a quien no le guste la música.
El viejo refrán “quien canta, sus males espanta” no es sólo fruto de la sabiduría popular. Nada más lejano a la realidad. Porque se ha publicado recientemente un libro en Zurich (Suiza) que demuestra que la música cura enfermedades del cuerpo y del alma, rejuvenece e incluso aumenta la capacidad intelectual. En este trabajo se demuestra que contra el agobiante estrés de la durísima vida cotidiana, Mozart; para aliviar el dolor de cabeza, Bach; si uno se siente deprimido, oiga a Smetana. El médico vienés y reconocido practicante de la músicoterapia, Antón Nuemayr, afirma que “ya en la antigüedad se descubrió que había una estrecha relación entre la música y el ritmo del pulso”, lo que explica que muchos de sus colegas, y él mismo, apliquen la música “como terapia de apoyo a otros tratamientos”. Y, como la virtud bien entendida empieza por uno mismo, es una “tradición histórica” que los médicos cultiven la música más que el resto de la población. De hecho, entre los siglos X y XVII “aprender música era una condición previa para estudiar medicina”.
El furor mundial por la músicoterapia data, sin embargo, desde hace pocas décadas, cuando se descubrió que la combinación armónica de sonidos no sólo podía actuar contra problemas emocionales, sino también combatir enfermedades corporales. De ahí nació su consideración como método de tratamiento con base científica que es enseñada con el mismo rango que cualquier otra materia en la Escuela Superior de Viena. En Europa existen Escuelas de Músicoterapia para enseñar e investigar acerca de las propiedades curativas de la música; y muchos hospitales, incluso de la Seguridad Social, ya integran sus recomendaciones en el tratamiento y rehabilitación de enfermos, puesto que la música tiene una relación directa con el alma de las personas y cualquiera de sus manifestaciones puede no sólo relajar, sino también activar nuestras funciones vitales.
Como intérprete profesional, me creo suficientemente capacitado para decir a los cuatro vientos que el Flamenco es una extraordinaria manifestación musical, plena de todos los elementos necesarios para conseguir una perfecta y total relajación. La voz de mi propia experiencia y la ajena me lo confirman así. ¿Qué cantaor, o simple aficionado, no encuentra una perfecta relajación, oyendo un cante por soleá, una seguiriya, o una profunda malagueña? ¡Cuántas anécdotas podría yo contar de los efectos terapéuticos que engendra el arte flamenco!. Se me viene a la mente un recital que di en Jódar (Jaén), cuando canté por Livianas y Seguiriyas su efecto fue tal, que se produjo entre los asistentes una verdadera catarsis. Y eso es, para mí, en últimas instancias, el flamenco: irradiar paz, tranquilidad, gozo, solidaridad y cultura, lo que da al flamenco ser una forma del “Ser andaluz”.
Por otra parte, pienso que nadie negará que cada vez interesa más el fenómeno musical. La radio y la televisión lo adoban todo con música; es su instrumento más idóneo, y en todos los trabajos hay un fondo musical que sirve de alivio a los esfuerzos que conlleva cualquier actividad laboral. Y aparte de los buenos programas de música sabia, folclórica y ligera, preparada ad hoc, hasta los más pedestres anuncios requieren hoy su leit motiv o tarjeta musical de presentación publicitaria. Asimismo, puede afirmarse, sin error, que en la actualidad se comercia con la música como se comercia con el carbón, el petróleo, el acero, los coches…., es decir, se generaliza.
Dadas las facilidades de grabación y emisión musicales, el producto musical se ha convertido en artículo de primera necesidad. Tal es así, que podría afirmarse que el hombre no puede ya vivir sin la música. No obstante, causa pena ver que las asignaturas de Música y Folklore sigan aún un poco arrinconadas en los programas educativos. Sin embargo, en honor a la verdad, hay que decir que en Andalucía, desde hace tiempo, está despertando la vocación por el estudio de la música y folklore. Esto es comprensible, si tenemos en cuenta la “sensibilidad musical” del pueblo andaluz, que desde siempre ha expresado sus sentimientos artísticos a través de la Poesía y la Música. Me reafirmo, una vez más, en que el hombre no puede vivir sin la música, aunque no la comprenda.¡Y hasta para rezar se sirve de ella!. San Agustín (s.IV) nos dejó dicho: “Reza dos veces quien bien canta”. Y la misma Biblia no es más que un canto de alabanza y perdón a Dios por medio, muchas veces, de la música. Más aún: la historia nos enseña que todas las religiones se han servido de la música en sus actos más importantes. La música – dice la voz popular – “amansa a las mismas fieras” – Y, como cantaor, me atrevería a decir que la música llega a hacerse filosofía en la mente del hombre pensante. No es extraño, pues, que los más célebres filósofos y matemáticos hayan expresado su pensamiento sobre qué sea la Música. Y así, para Leibniz, “la música es el ejercicio inconsciente del cálculo; para L. Stokowski la música era “la poesía expresada por sonidos en lugar de palabras”.Se podría afirmar que la música es IDIOMA UNIVERSAL, como lo manifestó el fabulista T. Iriarte: “Un idioma tan grave y persuasivo, / que la nación más bárbara o inculta / se rinde a su eficacia y atractivo”. Y tiene - cómo no – capacidad para hablarnos de diferentes modos: trayéndonos recuerdos a la memoria, emociones al corazón e impresiones a nuestra sensibilidad. ¡Qué bien lo dijo el poeta irlandés Oscar Wilde: “La música es el arte que más cerca se halla de las lágrimas y de los recuerdos”. Hoy está muy vigente la MUSICOTERAPIA. Los “Sonidos negros” del cantaor Manuel Torre hizo temblar la sensibilidad poética de Lorca, y cuántas lágrimas no derramó don Manuel de Falla al no poder transcribir en pentagrama los ecos flamencos del “Faraón del Cante” en la “Taberna del Polinario” (Granada, 1922). En síntesis, la música puede convertirse en una verdadera y auténtica catarsis, y en el flamenco más. Vale, pues, esta brevísima reflexión sobre “el instinto musical” del hombre.

Alfredo Arrebola

jueves, 8 de enero de 2009

Nota de prensa

En el siguiente enlace puedes ver la nota de prensa publicada en el Ideal sobre la inauguración del Aula Municipal de Flamencología "Alfredo Arrebola"

http://www.ideal.es/granada/20081217/provincia/abre-puertas-aula-municipal-20081217.html

Inicio de las clases

En este recién estrenado año 2009 se inician las clases del Aula Municipal de Flamencología "Alfredo Arrebola". Durante el mes de enero se realizaran los siguientes actos:

I.- Día 15
Hora: 7 de la tarde
Lugar: Salón de Plenos del Ayuntamiento
TEMA: Los cantes folklóricos/ Preflamencos: Nanas, Trilleras, Temporeras, Cantos de siega, Romances, Verdiales, Saetas primitivas, etc..
Ponente: Alfredo Arrebola, Profesor-Cantaor Guitarristas: Kiki Corpas y Martín Pinilla

II.- Día 30
Hora: 7 de la tarde
Lugar: Salón de Plenos del Ayuntamiento
TEMA: Flamenco y Poesía Ponente: Don Carlos Benítez Villodres, Poeta y Escritor de Málaga.
Recital de Cante, en la voz de JULIO FAJARDO de Motril
Guitarrista: Kiki Corpas